lunes, 10 de mayo de 2010

FUENTES DE INFORMACION


Intensificar la limpieza de los poros, pero sin secarla en exceso y donándole una sensación agradable y fresca. Mediante sus resultados antibacterial, anti-inflamatorio, conseguimos una óptima preparación para continuar con el cuidado.

Se admiten que el tratamiento del acné debe enfocarse en corregir cuatro factores:

- la queratinización folicular alterada
- la hipertrofia de la glándula sebácea y su exceso de actividad
- la población bacteriana excesiva, especialmente la del Propionibacterium acnes
- inhibir directa o indirectamente el componente inflamatorio.



El tratamiento del acné tiene dos pilares fundamentales: el tópico, es decir, los tratamientos a base de cremas, geles o soluciones; y el tratamiento oral, que incluye antibióticos e isotretinoína. El dermatólogo, dependiendo del grado de acné, os recomendará uno u otro. Es frecuente comenzar con un tipo de tratamiento, y si no hay respuesta adecuada o se producen recaídas, cambiar de tratamiento.


En contraste con el acné conglobata, los comedones múltiples están ausentes de manera importante, debido a que el acné fulminante es un proceso explosivo.


Una higiene adecuada puede ayudar a prevenir los síntomas del acné, una enfermedad que afecta a tres de cada cuatro adolescentes y que consiste en la aparición de distintos tipos de lesiones cutáneas como consecuencia de la inflamación de las glándulas de la piel, que terminan obstruyendo los poros, normalmente con grasa, y afectando a la salud.


En el acné grave aparecen nódulos y quistes con lesiones inflamatorias intensas (pústulas profundas y abscesos) que se forman por la confluencia de lesiones más pequeñas que se interconectan mediante canales. Este tipo de acné suele dejar cicatrices atróficas e hiperplásticas.


El acné se presenta cuando se taponan los orificios diminutos en la superficie de la piel llamados poros. Cada poro es una abertura a un canal llamado folículo, el cual contiene un cabello y una glándula sebácea. Normalmente, las glándulas sebáceas ayudan a mantener la piel lubrificada y ayudan a eliminar las células cutáneas viejas. Cuando las glándulas producen demasiado aceite, los poros pueden resultar obstruidos, acumulando suciedad, desechos y bacterias. La obstrucción se denomina tapón o comedón



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